Cuando comencé atender por primera vez conejos mascotas,
tenía un gran problema, me preocupaba no solo por mis pacientes enfermos, sino también por lo que sentía
los dueños. Recuerdo que solía llamar a los dueños de mis pacientes una semana después o menos,
para preguntar como seguían con el tratamiento. Quizás para algunos
veterinarios es una actividad rutinaria,
pero en mí, termino en conflictos internos y frustración. Decidí alejar esos
sentimientos , incluyendo las llamadas y me fue mejor.
La partida de Canela motivó
que esos sentimientos, los conflictos y la frustración volvieran, pero considero que
ahora, estoy más preparada para asumirlos y estos han servido para tomar mejores decisiones.
Cada una de nuestras mascotas
representan algo en nuestras vidas y lamentablemente muchas veces los
humanizamos y son representados como nuestros amigos, compañeros, hijos,
consecuentemente ante su partida nos deja un gran vacío.
Nataly Arriaga, llegó hace un
mes y medio con su conejito Cookie, su
mascota estaba postrada, no podía caminar, se movilizaba arrastrando sus
miembros posteriores, comía poco,
defecaba poco, estaba deshidratado y no
se acicalaba. Cookie, fue tratado por otro veterinario durante dos semanas sin
resultado.
Despues del exámen clinico y examenes auxiliares respectivos , sin esperanzas, le explique el
caso, el esqueleto de ellos es muy frágil, si lo tenemos libre pueden haber
accidentes, es posible que la causa haya sido algún objeto pesado que cayó
sobre él. Le indique las alternativas para estos casos : rehabilitación y tratamiento paliativo, cirugía sin esperanzas
de éxito, o la eutanasia del conejito por las condiciones en las que se
encontraba.Fue difícil para ella
decidirlo, no podía saber que pasaba exactamente por su cabeza, solo intuí, que así, como fue difícil decidir la eutanasia de
Canela, lo era también para ella. Así que la ayude a decidir.
“Vamos rehabilitarla y tratarla
por tres días y si no tenemos resultados o empeora, por el bienestar del animal
lo mejor es que descanse”. La esperanza momentánea volvió en Nataly, mis
conflictos se fueron, mi frustración se alejó, pero lamentablemente solo por
unos días.
Al tercer día, Cookie estaba
igual, no se acicalaba, no defecaba, como estaba postrada la orina dañaba su
piel produciéndole heridas, había bajado de peso, y finalmente decidieron
eutanasiarla.
Sé que Nataly, aprendió e hizo
todo lo posible para alejar la decisión de eutanasiarla, sé que yo hice todo lo
estaba a mi alcance, sé que ella sabe
que hice todo lo posible.
Ante lo sucedido decidí darle otra opción. Por
ello, ella nos contará, como Cookie llego a su vida y lo que significó mientras la tenia a su lado.
Finalmente, Nataly sé que tu bebe no
la verá, ni tocará, ni sentirá, pero cuando sea grande podrá leer estas líneas
y entenderá que hiciste todo lo posible para que Cookie vuelva correr y saltar como antes, pero
a veces hay tomar decisiones por el bienestar de nuestras mascotas….pero no
olvidemos intentarlo hasta el final. Gracias Nataly por ayudarme a intentarlo.
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