jueves, 1 de enero de 2015

De Heidi Ortiz




Bombi....Bombi
Bombón, llego a mi vida hace 6 años. Pero no fue el primer conejo que tuve, antes de ella tuve 2 conejos, Pirulin fue el primero, fue un regalo, pero lo compraron en el mercado central (cosa que no apoyo, porque me parece incorrecto comprar animales allí), él me enamoró desde que lo vi, lamentablemente el gusto me duro poco, Pirulin llego con una enfermedad y se murió a los pocos días, le vino una diarrea y cuando pensé que se estaba curando, me despertaron sus gritos, pues estaba agonizando, me asusté mucho pero todo fue rápido. Aunque no lo tuve mucho tiempo llore mucho.


Al poco tiempo, me volvieron a regalar otro conejo, era blanco con las orejitas negritas....también me enamore cuando lo vi (Aunque me moleste porque nuevamente lo habían comprado en el mismo lugar). Al poco tiempo se enfermó de algo de los bronquios,  fue una gran lucha, pero finalmente se curó. Lamentablemente siempre fue delicada de salud (Por cierto la doctora me dijo que era hembra, así que le tuve que cambiar el nombre de Pirulin que le había puesto en honor a mi anterior conejo, así que le puse Pirulina, pero termine diciéndole Lina) Ella era muy traviesa, y en  ese momento no sabía lo que ahora se de los conejos, y cuan peligroso es tenerlos sueltos por todos lados. Ella se comía de todo. Y lamentablemente después de quedar estreñida varias veces, la última vez tuvo una obstrucción, la operaron, pero no aguanto el post operatorio. Murió en mis brazos cuando trataba de llevarla a emergencias, nuevamente escuche ese grito que emiten al dar su último suspiro. Esa pérdida me rompió el corazón. Ella estuvo conmigo 1 año, pero para mi fue una vida. Recuerdo que llegue a pensar que no podría sonreír nunca más. Pero felizmente si pude.

Bombón, llego al poquito tiempo, nuevamente fue un regalo, me la regalaron porque pensaron que aliviaría mi dolor, pero yo me moleste, para mí “nadie suplantaría a Lina”, pensé. Así que le dije que se la llevara, se la llevo, y la tuvo unos días, pero al final termine aceptándola, aunque no tan emocionada como las otras veces. Era marroncita como un bombón de chocolate, por eso le puse Bombón (felizmente esta vez la compraron en la universidad La Agraria).

No puedo explicar por escrito lo que ella llego a significar para mí, se ganó mi amor al poco tiempo, y llego a ser mi bebe, para mí, siempre será mi bebe, mi engreída, la única a la que le dejaba hacer todo lo que quería (Porque a mis perritos que también tengo, me gusta educarlos bien), pero con los conejos es diferente, son tan tiernos que es imposible castigarlos. Bombón me acompaño en el mejor momento de mi vida, hace 6 años atrás tome la mejor decisión de mi vida al estudiar la Biblia con los Testigos de Jehová, esa decisión cambio mi vida y Bombi estuvo conmigo todo ese tiempo, y yo sé que fue un regalo de Dios, pues en la Biblia aprendí, que nuestro creador creó a todos los seres vivos en nuestro planeta, y cada uno es el reflejo de su sabiduría, poder y amor, Dios deseaba que los animales nos acompañen, nos hagan felices y que nosotros los cuidemos. Bombi me hizo muy feliz y yo hice todo lo que pude por cuidarla y hacerla feliz, y me asegure de que ella no sufra, de que no llegue a estar postrada agonizando. Ella no dio ese grito que es para mí, el sonido más horrible; Ella solo se durmió, en mi cama donde le gustaba estar.
 
Hay tantos recuerdos que me llevo de mi bebe, que no puedo ponerlos todos por escrito, pero no hago más que pensar en ellos. Extraño su mirada, extraño como pedía que le abra su jaula ni bien me sentía llegar, como ponía su carita contra su jaula y con su manitos, era como si me dijera “ábreme rápido”, extraño como renegaba cuando yo quería arreglar su jaula u ordenar su comida, como venía corriendo de donde estuviera todas las noches cuando me escuchaba cortar su zanahoria y solo así se metía a su casa solita porque sabía que ya era hora de dormir, extraño como fastidiaba a mis perras, como me exigía que la acaricie, como me daba besitos y como se acurrucaba en mi pecho. Desde que se fue ya no quiero entrar a mi cuarto, lo veo más grande y vació, y ya no está esa alegría de antes.

Bombi fue única, fue inteligentísima, astuta, renegona, engreída, a veces fastidiosa (sobre todo con mis perrita ¡pobres!, que como eran tan nobles, ella siempre se aprovechaba), pero sobre todo Bombi fue muy querida. Yo me encargue de eso. Yo sé que ella me quiso mucho, y sé que siempre supo que yo la quería y que siempre la protegería para que nada malo le pase. Hice lo mejor que pude.

Gracias Bombi, por todo lo que me diste, pero ante todo gracias a Jehová nuestro Dios y nuestro creador, que te puso en mi camino y me bendijo contigo, porque tú fuiste una bendición.

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