domingo, 17 de noviembre de 2013
martes, 20 de agosto de 2013
De ...Ericka Almestar
Leoncio fue en vida
un hermosos Lop Ear Holandés de pelo
satinado rubio como el sol y, llegó a mi vida de la manera más curiosa ya que
en realidad nunca había pensado en tener un conejito. En esos tiempos era
adicta a ese juego de Facebook llamado FarmVille
y es ahí donde vi a la versión virtual de mi Leoncio y no pude dejar de
relacionarlo con el Tambor de Bambi.
La verdad es que no
sabía que existían conejos así ya que para mí todos eran blancos y de ojos
rojos malévolos. Es así que empecé a indagar si aquí en Perú habían de esas
bellezas y lo encontré. No lo compré en un Pet Shop porque siempre tuve la idea
de que los vendían demasiado bebés y eso no era bueno; sino lo compré de un
criador. Lo contacté y fui a verlo.
Leoncio y yo tuvimos un amor a primera vista. Tenía tan sólo tenía 25 días de
nacido pero su belleza y rudeza me cautivaron. Sí, rudeza, no era tierno, tenía
mirada fuerte y fija e instantáneamente supe que éramos el uno para el otro.
En esa época vivía
sóla y lejos de la familia así que Leoncio rápidamente se convirtió en el Rey
de la casa y andaba suelto todo el día. Desde pequeño tuvo una personalidad sin
igual. Era vivaracho, curioso, noble y se podría decir que hasta igualado. Él
pensaba ser humano y yo conejo porque compartíamos todos los espacios juntos,
dormíamos juntos, veíamos televisión juntos y hasta una vez se saltó a la ducha
cuando me bañaba así que se podría decir que hasta nos bañábamos juntos.
Leoncito hizo mil y
una travesuras en casa. Yo siendo totalmente ignorante de su capacidad de roer
y morder todo, no tomaba las precauciones debidas y se comió carteras, zapatos,
botas, cables de celular, audífonos de iPod, la esquina de la pared de la sala y,
hasta el enchufe del frigider. Aun nos preguntamos cómo pudo separar el cable
totalmente sin electrocutarse ni causar un incendio pero así era él: astuto,
inteligente y audaz.
Nunca le tuvo miedo
a la gente desconocida sino más bien aprovechaba su calidad de peluche animado
para acomodarse en los brazos de cualquier incauto/a que lo encontrara
adorable. Supo sacar muy buen provecho de lo guapo que era y ganarse el corazón
de todos en mi familia, de mis amigas, amigos y hasta de mis alumnos del
colegio que casa jueves reclamaban su presencia en nuestra aula. Aunque esos
días mantener el orden y disciplina en el salón era imposible, ellos
disfrutaban de su presencia y Leoncio de las caricias y los brazos.
Nunca pensé llegar
a amar a un animalito de la manera en que amo a este conejo. Y, aunque murió
hace dos días, miro su jaula y aun quiero pensar que está revoloteando por ahí, o comiéndose
una papita amarilla del verdulero de mi mamá. Es cierto lo que dicen, a los
animales sólo les falta hablar, Leoncio sabía si yo estaba molesta o triste,
sabía cuando subir a mi cama y cuando echarse debajo, sabía que no debía
ensuciar y sobretodo, corría alrededor de mis piernas con una alegría total
cuando me sentía llegar a casa.
Yo sólo puedo
decirles que él siempre será mi AMIGO FIEL, ese amigo fiel del que se habla en
Toy Story. Ese amigo que siempre está ahí y por el cuál se me caen las lágrimas
ahorita que lo recuerdo. ¡Leoncio era genial!
Mi Papatilo, ya no
está con nosotros pero siempre lo recordaremos y lo llevaremos en nuestro
corazón. Es increíble cómo él se pudo llevar un pedacito de mí con su partida,
es como si de un momento a otro me
sintieras incompleta. Pero es que no sólo era un conejo sino era mi compañero,
mi amigo, mi compinche.
Prometí que escribiría periódicamente,
pero tengo que confesar , que la inspiración
estuvo guardada por algunos días. Les cuento que hace poco, conocí a Leoncio,
un conejo Lop Ear Holandés … no voy negar que desde que lo
vi me recordó a Alonso, solo que Leoncio, tal como dice Ericka, era rubio como el sol.
Leoncio llego un domingo, uno de
mis sagrados domingos, pero ante la llamada de emergencia me pude dar tiempo para verlo. El tiempo , es lo que siempre tengo
para mis pacientes, pero a veces por azares del destino, no coincide con el
tiempo de vida de ellos. No sé si llegue tarde, no sé si él llego tarde, el
punto es que no nos encontramos en el
momento preciso.
Leoncio se fue antes de conocerlo, decidió descansar, llevándose la duda y mi esperanza de verlo
respirar sanamente. Leoncio decidió llevarse ambas cosas y en compensación, ante mi perdida, me dejó los
recuerdos de Ericka.
Finalmente antes de contarles que paso con Leoncio, Ericka nos quiere contar a su manera, quien
fue Leoncio para ella y como llegó a su
vida .Espero Leoncio que ahora solo respires paz
domingo, 9 de junio de 2013
Manchas es ahora mi paciente por azares del destino. Recuerdo que Andrea me contaba que Manchas se desmayaba, era bastante extraño para ambas... pero era cierto! Paso el tiempo... Manchas dejó de desmayarse y nunca supe la razón por la cual ya no lo hace, aunque lo oculto de su biología me hace relacionarlo con sobreviviencia.
Manchas no vino solo, llegó con Andrea Cabel y si te preguntas...¿quién es Andrea Cabel? pues te sugiero que lo busques en el buscador más conocido para nosotros. Hace ya unos meses atrás, Roxana Angelats (mi casi hermana) me preguntó algún contacto de personas que escribían poemas y yo le dije -claro!! Tengo una conocida- es la dueña de Manchas, se llama Andrea. Andrea me sugirió buscar su nombre en el google y vaya sorpresa!! Ella era Andrea.
Andrea siempre mostró complicidad con sus conejitos, principalmente con Manchas y él fue uno de esos conejos que nació con suerte, de esas suertes que te da una patita de conejo. ¿Saben porque dicen que la pata de conejo da suerte? Yo me lo he preguntado, ¿Por qué una pata, y no una oreja o los bigotes? Les cuento que al parecer el pie, en muchas culturas, es símbolo de potencia. Como la liebre y el conejo son dos de los mamíferos que se reproducen con mayor rapidez, no es difícil entender por qué se cree que la pata confiere extraordinarios poderes. No sé, si aún las venden como amuleto, pero considero que a la única criatura que éstas no le traen suerte es al desafortunado conejo.
Manchas no vino solo, llegó con Andrea Cabel y si te preguntas...¿quién es Andrea Cabel? pues te sugiero que lo busques en el buscador más conocido para nosotros. Hace ya unos meses atrás, Roxana Angelats (mi casi hermana) me preguntó algún contacto de personas que escribían poemas y yo le dije -claro!! Tengo una conocida- es la dueña de Manchas, se llama Andrea. Andrea me sugirió buscar su nombre en el google y vaya sorpresa!! Ella era Andrea.
Andrea siempre mostró complicidad con sus conejitos, principalmente con Manchas y él fue uno de esos conejos que nació con suerte, de esas suertes que te da una patita de conejo. ¿Saben porque dicen que la pata de conejo da suerte? Yo me lo he preguntado, ¿Por qué una pata, y no una oreja o los bigotes? Les cuento que al parecer el pie, en muchas culturas, es símbolo de potencia. Como la liebre y el conejo son dos de los mamíferos que se reproducen con mayor rapidez, no es difícil entender por qué se cree que la pata confiere extraordinarios poderes. No sé, si aún las venden como amuleto, pero considero que a la única criatura que éstas no le traen suerte es al desafortunado conejo.
Quien lamentablemente no tuvo suerte, fue Pirata... Andrea me contaba sobre él, y recuerdo haberlo visto una vez o quizas más de una, el hecho es que sus visitas no fueron trascendentales. Y cuando menciono eso, no me refiero a que no fueran importantes, sino al hecho que aparentemente para Andrea.. Pirata estaba sano. Inexplicablemente un día decidió dejarnos sin avisar. Lamentablemente en el caso de conejos, como en otros animales, tienden a ocultar la sintomatología clínica, es decir no se muestran enfermos con facilidad. De ahí viene la importancia de los controles sanitarios en conejos; les aconsejo que a pesar de que su conejo no parezca enfermo, los lleven al veterinario a revisarlo periódicamente.
No tengo una historia para Pirata. Quise darle este espacio a Andrea, sobre todo por el hecho que nunca tuve tiempo de conocer a Pirata. Sabía que Andrea utilizaría las palabras exactas para ilustrarme su sentir y de esa manera ella pueda crear un recuerdo que perdure en mí, como en el caso del resto de conejos que conocí.
No tengo una historia para Pirata. Quise darle este espacio a Andrea, sobre todo por el hecho que nunca tuve tiempo de conocer a Pirata. Sabía que Andrea utilizaría las palabras exactas para ilustrarme su sentir y de esa manera ella pueda crear un recuerdo que perdure en mí, como en el caso del resto de conejos que conocí.
lunes, 6 de mayo de 2013
De Andrea Cabel ....
Los conejos son criaturas con una
sensibilidad particular, y sus dueños también lo son. Sus lágrimas, su forma de
sentir miedo, su breve felicidad cuando acicalan su cuerpo, cuando se dejan
querer al sol y se sienten protegidos. Su naturaleza colmada de vulnerabilidad,
nos obliga a nosotros, sus dueños, a quererlos de muchas formas. Ellos no usan
collar ni salen a pasear, no garantizan nuestra seguridad, tampoco son de los
que atacan si alguien entra a robar a la casa. Tener conejos implica una
necesidad y una personalidad, intuyo, especial.
A mi me gustaron los conejos desde los
cinco años o algo menos. Ahorre mucho tiempo monedas de diez centavos hasta
conseguir los intis necesarios para irme hasta un mercado y comprar un conejo.
Esa fue la primera ‘compra’ de mi vida. Ahorre y guarde, y quise, un conejo con
Manchas. Y se llamo asi, Manchas. Para ese entonces, los comienzos de los
noventas, yo no tenia una casa propia, ni una vida propia, entonces tener una
mascota implicaba el primer paso hacia un mundo visiblemente mas personal, y a
la vez, un tramite burocratico difícil para que me dejen tenerlo. Pero lo
consegui. Y luego compraron una hembra y luego aparecieron miles de crias. No,
no eran miles, fueron en total como 60. Pero ese número para alguien de 7 años
era infinito. Vi nacer, crecer, morir a los conejos. A mi Manchas de ese
entonces. Y entendí que los dueños aprendemos a morir un poco también, cuando
uno de nuestros afectos se deja ir.
Manchas murió ahorcado y su larga prole
poco a poco comenzó a desaparecer porque fue consumida por gente con la que viví.
Yo nunca comí conejo. Tengo 30, y no lo hago. Se me hace caníbal consumir carne
de mi propia carne. Luego de ese Manchas y de ver como los mataban y ellos no
se defendían, ni mordían, y de ver como los remojaban en agua caliente y les
sacaban sus suaves y tiernas pelusas, las que me habían dado mi propia vida
durante tanto tiempo, y luego de verlos sangrando sin pelusas, con piel, más
indefensos que nunca, decidí no tener más conejos.
Paso el tiempo, y a eso de los veintipico,
tuve una coneja. Chavelita murió también, yo no supe cuidarla. Yo fui la autora
de esa muerte por resfrió, los pulmones y el estómago de un conejo son dos
piezas vitales de sus cuerpos. Murió Chavelita y renuncie por tres años a
cualquier contacto con cualquier animal, sobre todo, si era un conejo. Esas
marcas que yo sentí que dejaban en mi sus llegadas y sus partidas me comenzaban
a atrofiar los músculos para querer, incluso, a personas. Pero llego febrero
del 2006 y llego, con el, un conejo enano raza cabeza de león llamado Manchas,
nuevamente, sí. Por sus manchas, claro, tengo alguna necesidad de ver algo
incompleto, no totalmente blanco, no totalmente negro, una mezcla, un hibrido
como yo.
Y Manchas llego mínimo. Sin edad, sin peso,
sin contextura, sin movimiento. No sé qué edad tendría, ni se cuánto pesaba
exactamente, pero se enfermaba mucho. Y yo dedique como nunca antes lo había
hecho, todo el tiempo, todo el afecto necesario, para que su vida no se apagara
como las otras. Como la de Chavelita,
que fue un golpe bajo, una cachetada mientras uno sonríe viendo un paisaje. Su
muerte fue para mí, el grito que necesitaba para dejar de pensar y actuar, y
comportarme como una adulta, como lo que la adolescente niega querer llegar a
ser. Y este Manchas llego para quedarse.
Lleva conmigo siete años, siete años en los que yo viaje mucho a muchos
sitios, y me preocupé porque no le
faltase nada, ni comida, ni visitas al doctor, ni cuidados, aunque la distancia
nos quitaba tiempo. Tiempo, digo, porque con este conejito establecí una relación
de tiempo, una relación en la que construimos códigos, vulnerabilidades capaces
de sobrevivirse, y de sobrevivir al tiempo mismo, y aquí estamos.
Acompañándonos en un lenguaje silencioso, capaz de saltar sobre superficies lentas y otras altas.
El afecto que uno establece con sus
mascotas, que luego se vuelven amigos, y que luego se vuelven pieza
indiscutible de decisiones y de satisfacciones, se transforma todo el tiempo,
como la energía misma, como la materia.
Los profesionales de la salud, que entienden que el ser humano es por
naturaleza incompleto, entienden que un ser de otro lenguaje y otro mundo, como
un animal, por ejemplo, puede completar ese mapa cargado de direcciones y
vacíos. Eso son mis conejos en mi vida. Un espacio de paz.
Y con Manchas llegaron dos compañeros. En
siete años pasan muchas cosas. Llego Untxi, un conejo que no era mío en
principio, pero acabe adoptando. Otro macho de una personalidad totalmente
opuesta a Manchas, que espera, hasta ahora tener crías. Ambos viven en el mismo
espacio pero en diferentes jaulas, tienen su tiempo de juego, de paseo, tienen
sus visitas al doctor, tienen su vida ahora conmigo. Manchas entiende mi
profesión, por cierto, entiende que libros realmente son míos, y cuales solo
están ahí. Manchas sabe cuándo alguien me llama por teléfono y no quiero
contestar. Entiende como lo quiero, o eso siento. Con Untxi es distinto.
Tenemos una relación menos cercana pero igual de intensa. Sus problemas de
salud comenzaron a entristecerme, a motivarme a sentirlo más cerca y
establecimos vínculos nuevamente.
Luego llegó Pirata. Y Pirata murió hace un
mes y doce días. Y junto con su muerte,
llegó una parte de la mía. Y quisiera comentar mucho de cómo fue el, de cómo
llego a mi vida, de cómo me gustó tenerlo cerca. Pero por razones que me
exceden, solo diré que siempre existirá el espacio que dejó, que siempre
recordaré cuando llegó a mis manos y que ahora, mejor que nunca, entiendo,
gracias a él, esto del ‘efecto mariposa’. Esto que es la vida, siempre llena de
imprevistos, siempre llena de sorpresas.
Y eso era. Eso era lo que quería decir de
Manchas, Pirata, Untxi, y de mi con ellos. Y de mi sin ellos también.
El 6 de Mayo ...
Les contaré que tengo horarios para escribir , creo que es la manera más ordenada
de llevar este blog . Lamentablemente, hoy 6 de Mayo no es un buen día, debido a que la indecisión y frustración están mi lado y no quieren irse hasta nuevo aviso
Hoy, no fue un buen día para mí y tampoco lo fue hace mucho para Andrea ..
En breve, les contare quien es Andrea , y cómo el destino la trajo a mis dias , junto con Pirata,
Manchas y Untxi , tres conejitos, los cuales Andrea los llenó y llena de cuidados
Por lo pronto, Andrea nos relata una historia de lo que significa
y significó tener estos tres conejitos, tan diferentes entre ellos ,pero tan únicos
para ella.
domingo, 21 de abril de 2013
Alonso fue, como alguna vez escuché de una señora
¨Un buen enfermo". Alonso fue víctima de accidentes y
enfermedades y yo lo conocí cuando el Encephalitozoon cuniculi llegó a su cuerpo y con un
problema hepático en su bolsillo.
Bueno, y para ser sincera, el diagnóstico nunca estuvo
claro para mí, y es que ese diagnóstico a la fecha es uno de los más difíciles,
pero seguí el tratamiento para esos casos y Alonso sobrevivió.
La encephalitozoonosis es una enfermedad causada
por un parásito interno que afecta principalmente a los conejos. Los signos clínicos más frecuentes están
asociados al síndrome vestibular, una serie de síntomas neurológicos
caracterizados por “head tilt” (ladeamiento de la cabeza), incapacidad para
mantener el equilibrio, “rolling” (el animal rueda sobre sí mismo), y
hemiparesis (incapacidad de movimiento en una mitad del cuerpo). ¿Recuerdan lo
que les conté de Alonso inicialmente?
Obviamente
este cuadro puede ser compatible con otros diagnósticos y cada uno fue descartado
en Alonso, y aun así no estaba segura. Por ahí leí que muchas veces el diagnóstico
definitivo del Encephalitozoon es posible post mortem.
Por suerte, después de un largo tratamiento Alonso sobrevivió
...y no sólo a ello.. Sobrevivió a un baño accidental de lejía, sobrevivió a
una impactación cecal, y al error continuo de algunos de mis colegas de recetarle
medicamentos contraindicados para conejos.
Hace 7 meses, Alonso llegó con una herida pequeña
en la oreja, Vanessa por complicaciones en su trabajo tuvo que ir a otro
veterinario. La pequeña herida después de un raspado y una crema inadecuada
terminó en necrosis (muerte celular o del tejido) de su orejita; respecto a lo
cual, no tuve más remedio que extraerle parte de ella.
¡Alonso había nacido para vencer todo! Y yo era
como su hada madrina, pero de esas que llegan después de las 12, es decir tarde,
porque no podía hacer mucho por él.
Alonso resistía todo, y yo siempre recordaba su
problema hepático diagnosticado hace un año. Alonso como nos contó Vanessa no
se acicalaba mucho y a pesar de andar en un piso casi perfecto para él,
desarrolló Pododermatitis (inflamación de las patas, presentan heridas abiertas
o cerradas) que terminó siendo una de mis grandes frustraciones. Jamás logré
curar esas heridas y para mis colegas que leen esto quizás ya están pensando en
el porqué, pues sí, su problema hepático impedía que metabolizara los
medicamentos aplicados y disminuía la capacidad de cicatrización. Por ello,
jamás se curaba.
A sus 8 años, cansado, y sufriendo por el dolor de sus patas , Vanessa decidió
eutanasiarlo y yo nuevamente cual hada madrina llegué a parar su sufrimiento
pero como siempre, tarde.
Mis pacientes (como Alonso) se convierten en un
reto constante, y cuando ya no puedo hacer mucho por ellos terminan por desalentarme,
entonces pensé en una forma de sentirme mejor ante estos casos, escribir estas
historias y compartir con ustedes lo que
he aprendido. Decidí abrir este blog y contarles sobre conejos como Alonso, decidí
contarles mis errores y los errores de otros si es necesario, para
no volverlos a cometer, decidí, darles una oportunidad a sus dueños de escribir
algo sobre sus mascotas.
Finalmente, para acabar con la Historia de Alonso
quería agradecer a Vanessa por sus palabras y por confiar en mí en cada momento, al
doctor Alberto Vargas por su sabia decisión de derivármelo. Y a Alonso por ser un Buen Enfermo, Que descanses en el cielo de los conejos Alonso.
sábado, 20 de abril de 2013
De Vanessa Hernando
Y antes de empezar con las enfermedades , accidentes y mil aventuras de Alonso , Vanessa nos quiere contar como Alonso llego a su vida y ella lo recuerda de esta manera .
De Vanessa Hernando:
Era diciembre del 2007, reunion para hacer el brindis por navidad y realizar el intercambio de regalos con los chicos de mi oficina, fue una reunion importante porque era el ultimo mes con mi equipo (me estaban cambiando de oficina) y se volvio mas importante de lo que me imaginaría alguna vez.
Aún recuerdo como si fuera ayer: .....Alonso, uno de mis RF se paró y dijo: Mi regalo ha sido el más facil de elegir!!! ... (obviamente nadie sabia a quien le estaba regalando) , volvio y agarro una cajita en forma de casa, pequeña, que decia Pet´s House , y la cajita tenia una ventanita... se acerco y me puso en las manos la cajita. Yo me quedé en una pieza mirando dentro de la cajita. Fue amor a primera vista. En honor a su papá decidí llamarlo Alonso Junior. Alonso no ha sido mi primera mascota, pero ha sido el más pegado a mi. Siempre ha estado a mi lado desde ese dia, le encantaba estar en brazos y cuando era chiquito lo ponia sobre mi pecho y ahi nos quedabamos dormidos los dos. Siempre ha estado suelto, corriendo y durmiendo donde le provocara. Lo mas lindo de llegar a mi casa, era que apenas me sentía salia corriendo y me daba vueltas en los pies ,como un loquito y se paraba en dos patitas para que lo cargara.
Como buen hijo, ha estado conmigo siempre en las buenas y en las malas, siendo mi compañia más grande.
Me lleno de muchas alegrias, nunca he conocido un animalito tan noble y tan cariñoso como Alonso, y tambien me volvia loca cada vez que se enfermaba, no era precisamente el conejo mas aseado del mundo ,pero para eso estaba yo para atenderlo todos los dias.
Aún recuerdo como si fuera ayer: .....Alonso, uno de mis RF se paró y dijo: Mi regalo ha sido el más facil de elegir!!! ... (obviamente nadie sabia a quien le estaba regalando) , volvio y agarro una cajita en forma de casa, pequeña, que decia Pet´s House , y la cajita tenia una ventanita... se acerco y me puso en las manos la cajita. Yo me quedé en una pieza mirando dentro de la cajita. Fue amor a primera vista. En honor a su papá decidí llamarlo Alonso Junior. Alonso no ha sido mi primera mascota, pero ha sido el más pegado a mi. Siempre ha estado a mi lado desde ese dia, le encantaba estar en brazos y cuando era chiquito lo ponia sobre mi pecho y ahi nos quedabamos dormidos los dos. Siempre ha estado suelto, corriendo y durmiendo donde le provocara. Lo mas lindo de llegar a mi casa, era que apenas me sentía salia corriendo y me daba vueltas en los pies ,como un loquito y se paraba en dos patitas para que lo cargara.
Como buen hijo, ha estado conmigo siempre en las buenas y en las malas, siendo mi compañia más grande.
Me lleno de muchas alegrias, nunca he conocido un animalito tan noble y tan cariñoso como Alonso, y tambien me volvia loca cada vez que se enfermaba, no era precisamente el conejo mas aseado del mundo ,pero para eso estaba yo para atenderlo todos los dias.
Y tu tienes conejos en casa ? Cuéntanos como llegaron a tu vida derepente es una mágica historia como la de Vanessa .Bienvenido los comentarios.
viernes, 19 de abril de 2013
Recuerdo que hace aproximadamente 4 años,Vanessa , la dueña Alonso , llego super nerviosa y preocupada al Consultorio . Alonso, era un bello conejo de orejas caidas ,no voy negar que desde que lo ví me enamoré ,apesar de que tenía el cuello torcido y daba vuelta sobre si ,asumo que suena un poco raro para ustedes ,pero estaba realmente mal ! imaginense tan solo la escena.
Alonso , habia sido paciente de mi querido amigo Alberto Vargas , veterinario quien astutamente me lo derivó ,es que él es un capo en anestesiología y en menores ( perros y gatos), pero este caso decidió derivarmelo .
Vanessa trajo miles de exámenes pasados de Alonso ,y fueron de mucha ayuda . Alonso habia dejado de comer , obviamente estaba postrado y decidimos inmediatamente rehabilitarlo , mientras lo rehabilitaba , miraba la cara de Vanessa , con lágrimas y abrumada ,
pensaba en mi amigo veterinario , que confiando en mí, me lo derivó . ..y para mi realmente eso era presion !.
pensaba en mi amigo veterinario , que confiando en mí, me lo derivó . ..y para mi realmente eso era presion !.
miércoles, 17 de abril de 2013
Hola, soy Veterinaria egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y mi nombre es Miryam Quevedo, algunas personas dicen que sé todo sobre conejos, yo creo que es por el hecho que a diario atiendo conejos, pero tengo mis dudas. En base a ello, utilizaré este espacio para contarles sobre ellos, pero no de todos los conejos ..sino sólo de los que se quedaron en mi corazón, despúes de su eterno descanso, pues a ellos les debo lo que sé. Es un poco contradictorio ¿no creen? Pero poco a poco mientras lean este blog, me entenderán. Por lo pronto, mi primer personaje se llama Alonso, un conejo French lop o Belier Francés que hoy descansa y fue el motivo de que hoy comenzara escribir. Siempre te recordaré Alonso.
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